VENTAJAS y DESVENTAJAS DEL PROJECTE ORIOL vs LAS RESIDENCIAS

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El presente análisis tiene un objetivo doble: en primer lugar demostrar la bondad y rentabilidad del Proyecto Oriol en relación a las residencias y, en segundo denunciar que hay pacientes que se encuentran en un régimen residencial que es demasiado “severo” (no diseñado para ellos) para sus capacidades ya que pueden ser mucho más autónomos (nos referimos al nivel I y II de necesidad de soporte).

Concepto:

1.- El Projecte Oriol proporciona un lugar en un piso donde viven entre una y más personas.

El/la propietario o inquilino, subarrendan una habitación a un conviviente que en este caso es una persona con discapacidad mental o psíquica que precisa soporte para el quehacer diario.

Una o más de las personas convivientes le ofrece una dedicación exclusiva durante 8 horas al día, cada día.

2.- Una residencia es un edificio estructurado de manera funcional parecido a un hotel donde conviven los residentes y son atendidos de manera integral por trabajadores externos que cumplen un horario. El ratio por trabajador y residente ha de ser de un mínimo de 1h por paciente (los cuidadores directos).

Desventajas del Projecte Oriol frente a una Residencia

1. Los cuidadores de una residencia hacen una jornada laboral de 40 horas a la semana. Los convivientes del Projecte Oriol están día a día. Por ello es tan importante la selección de los arrendatarios. Hay que recordar que solo un 10% superan los 4 filtros que tenemos en la selección.

Ventajas del Projecte Oriol frente a una Residencia

1. La dedicación es exclusiva por parte del cuidador.
2. El conocimiento personal y la relación és mucho más intensa.
3. Van mejor arreglados, vestidos, afeitados, peinados y comidos que los residentes de un centro.
4. La atención médica es mejor ya que se detectan más rápidamente las enfermedades y se cumple a rajatabla la agenda de citas con el ICS (Seguridad Social).
5. Tienen más actividades programadas que en una residencia.
6. Se les reinserta en el entorno social normalizado y específico del barrio donde viven.
7. Al producirse una mayor dedicación horaria (un 800% como mínimo) el conviviente mantiene y mejora sus habilidades básicas para la vida diaria: aseo personal, colaboración en las compras y limpieza de su habitación, colaboración en la comida y en la limpieza de la ropa, actividades personalizadas diseñadas para la persona en concreto, etc.
8. La proporción o relación coste/calidad de servicio es mucho mayor en la convivencia que en las residencias.
9. La comida es mucho mejor, casera y se siguen las dietas de mejor manera.
10. Las tomas de la medicación son más precisas y no se hacen trampas por parte del conviviente.
11. No se comparte habitación. La intimidad a todos los niveles es mayor.
12. El fenómeno de Institucionalización desaparece con lo que se gana mayor autonomía y autoestima.
13. La constancia temporal del mismo cuidador produce seguridad en el conviviente.
14. No se producen fenómenos de violencia u otros dramas que inevitablemente se producen en las residencias por parte de alguno de los residentes.
15. No se producen enfrentamientos entre los residentes, ni robos, ni abusos, etc.
16. Los talleres son específicos para cada usuario y la dedicación del cuidador es plena.
17. Al introducir al conviviente en una entidad familiar se le desestigmatiza como enfermo mental crónico y pasa a ser uno más de la familia con sus propias peculiaridades.
18. Etc, etc.

Dudas sobre el Projecte Oriol frente a una Residencia

1. Atención en situación de crisis aguda: si la medicación se toma de manera correcta, si el cuidador conoce al conviviente, es muy difícil por no decir imposible que se produzca una descompensación brusca o aguda. De todas maneras los cuidadores tienen los protocolos de urgencias de todo tipo y, a la vez tienen a los técnicos a disposición las 24 horas del día.
2. Posibilidad de sacar provecho económico del residente. Ello es imposible por dos razones: hay un estricto control por parte de los técnicos de todas las unidades de convivencia y la selección de las mismas es muy estricta, como ya he comentado más arriba.
3. Abandono del conviviente: imposible por las mismas razones que el anterior punto.
4. No son especialistas: recordar que el 80% de los puestos especializados en una residencia los ocupan personas que no cumplen con las exigencias formativas del mismo. Nuestros cuidadores reciben formación continuada, son personas vocacionales y se saben evaluados constantemente por nosotros.
5. El interés del Proyecto es lucrativo. La relación coste/calidad de servicio es mucho mayor que en una residencia. Mientras en las residencias de alto standing se da “Panga” para comer hoy sí y mañana también, en las unidades de convivencia solo se sirve comida de calidad (la que come la familia), sencilla pero casera y de calidad. Y no comento más cosas porque sonaría a linchamiento.

       

Bueno, yo me he convencido; y tú?