SALUT MENTAL

Hola, vols saber coses?

domingo, 29 de abril de 2012

LA INCAPACITACIÓN JURÍDICA-2. Lo clínico


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Lo clínico:

Como ya comentamos en la anterior parte del presente capítulo, no siempre la clínica anda de acorde con lo legal.

Hay casos que son de muy fácil incapacitación por qué la clínica está de acorde con lo que siente el Juez. Casos como los déficits intelectuales severos (moderados y graves), como las demencias graves (gran afectación del estado cognoscitivo), como pacientes esquizofrénicos muy deteriorados, etc.

Hay otros casos en que si bien la clínica nos demuestra que dicha persona ha de estar incapacitada, los jueces no lo tienen tan claro.

La razón deviene de que hay patologías incapacitantes que no lo parecen al ojo efímero y escueto de un observador judicial o, hasta y todo de los forenses judiciales. Nos referimos a aquellas patologías en las que la persona a incapacitar puede presentar un diálogo lógico y coherente a los ojos de una observación puntual y no continuada.

Es decir, hay personas que pueden dar una imagen de normalidad pero su historia nos demuestra que no hay capacidad de automajarse a nivel de poder ser autosuficientes.

Por ejemplo, es difícil demostrar que un TLP es incapaz de gobernarse ya que su estado es fluctuante y no se observa a simple vista que haya incoherencia, delirios, alucinaciones, etc.

También es difícil demostrar que un trastorno bipolar pueda conllevar un grado importante de dependencia. Entre los episodios maníacos, la persona es responsable y capaz pero en dichos episodios puede cometer delitos o poner en riesgo su vida y la de los demás con su toma de decisiones y su actuar.

Lo mismo puede suceder con un jugador o con un toxicómano, etc.

Luego para atender a estos casos y en su propio bien, hay que poder demostrar que el riesgo a hacerse daño a sí mismo o a los demás es cierto.

Para ello hace falta recopilar toda la información a lo largo de los años que demuestre que la persona es incapaz y que por esta falta de capacidad de autogobierno puede ser perjudicial para él/ella o los demás. Hay que poder darle al juez, al fiscal y al forense los argumentos para que comprendan la gravedad del caso y que dicha persona ha de ser tutelada.

La clínica nos permite llegar a esa conclusión a través de la historia de la persona.

Que una persona pase un bache o tenga un episodio agudo y puntual de desequilibrio mental no implica en absoluto la necesidad de demandar una incapacitación. Todos podemos tener un trastorno mental en un momento dado o de manera crónica. Pero es el concepto de no recaída lo que nos dará la medida de la evolución y de la necesidad de incapacitación o no.

Un paciente que tome correctamente la medicación, que tenga una correcta conciencia de enfermedad y que mantenga un nivel de problemática individual, familiar, social, formativo-laboral y legal, correcto no ha de ser incapacitado.

Un paciente que trabaje con el psiquiatra de manera conjunta para mantenerse estable, no ha de ser incapacitado.

Por otra parte, hay que considerar un tema muy importante: la obsolescencia de los cuidadores naturales. Los padres se hacen mayores y a partir de los 70 años es difícil que puedan contener en su espacio familiar una persona con problemas mentales como los descritos. Es entonces cuando se plantean la incapacitación.

La incapacitación por la edad de los cuidadores naturales es un hecho frecuente y deviene de qué no se sabe quien se hará cargo de la persona cuando los padres ya no puedan acometer dicha función por razón de la vejez o la muerte. Es recomendable en este tipo de casos orientar a los padres para que dejen a su hij@ a buen recaudo para que no acaben en la calle una vez ellos ya no estén capacitados para cuidarle o hayan fallecido.

La incapacitación con designación de tutores tipo fundaciones es una garantía para el futuro de sus hij@s y por tanto hay que realizarla.

En resumen:
  1.         Hay patologías que solo con la historiografía del paciente se puede demostrar que son incapacitantes a nivel legal.
  2.         Los padres han de ser conscientes de su caducidad y han de dejar bien atado el futuro de sus hij@s.
  3.         Para que el Juez pueda tomar la decisión de incapacitar a alguien, ha de estar convencido de ello y el trabajo de los cuidadores es convencerlo a él y al  forense que estudie el caso.
  4.         Como que ambos (juez y psiquiatra forense) tienen poco tiempo, hay que facilitarles de manera honrada la tarea.

La siguiente entrada es la última en relación al capítulo de la incapacitación: Lo Humano.

viernes, 27 de abril de 2012

LA INCAPACITACIÓN JURÍDICA-1. Lo técnico


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Lo técnico:

Legalmente el término Incapacitación se aplica a una persona que por la causa que fuere no pueda regirse por sí misma en la toma de decisiones diarias que afectan a su bienestar pudiendo causar graves perjuicios o daños a los otros o a sí mismo.

Fundamentalmente hay dos tipos:
  1. La curatela. Atiende a los bienes personales del individuo. Dinero, inmuebles, acciones, etc. Se suele aplicar cuando una persona se ha demostrado que es incapaz de gestionar su patrimonio y puede ser objeto de expolio o sujeto de su propia ruina por malversación. Por ejemplo se puede pedir la curatela como último recurso cuando un jugador compulsivo demuestra ser un riesgo patrimonial para sí mismo o para su familia. 
  2. La incapacitación total. Es la más frecuente y consiste en anular el derecho de la mayoría de edad en una persona a partir de los 18 años o antes si se considera oportuno para no violar la Ley de los Menores. Ello conlleva que se asignen un o unos tutores (familiares, entidades) que velen por sus intereses y derechos. En estos casos también se incluye la curatela de sus bienes.
Para conseguir una incapacitación es necesario una serie de trámites legales y un juicio con una sentencia. Dicha sentencia especifica la causa o causas por la cual se declara la incapacitación y la designación de tutor o tutores.

El proceso suele durar cosa de un año y si se recurre a un abogado, suele costar entre 2.000 y 3.000 euros.

La incapacitación se gestiona a nivel legal como una denuncia de alguien “contra” la persona a incapacitar.

La decisión clínica de la incapacitación la suele promover el informe del médico forense que evalúa la gobernabilidad de la persona denunciada como incapaz.

La dificultad en conseguir la incapacitación de alguien reside en el tipo de patología que tenga. Así hay casos que son simples para el juez y otros que no lo son.

Son casos simples los déficits intelectuales leves, moderados y graves (no los límites).

Son simples también aquellas patologías mentales orgánicas adquiridas que afecten profundamente a la personalidad, al lóbulo frontal, a la memoria, etc. Nos referimos a las demencias, a la pérdida del control de los impulsos, a las regresiones autistas, etc.

Son simples los trastornos mentales crónicos degenerativos como puede ser la esquizofrénia, el trastorno delirante, los trastornos bipolares de mal control (sobre todo por el estado maníaco), etc.

Son complicadas todas las otras causas de trastornos mentales incapacitantes: toxicomanías, trastornos de la personalidad, ciertos tipos de demencia, anorexia, trastornos disociativos, trastorno por estrés post-traumático, etc.

Y son complicadas porque para el observador pueden resultar situaciones puntuales o anodinas.

En estos casos hay que adjuntar mucha documentación para poder aportar las pruebas pertinentes a la incapacidad global de autogobierno y al riesgo que el libre albedrio puede suponer para la persona o para los demás.

Es decir, una persona toxicómana, por ejemplo, puede que le resulte beneficioso el estar incapacitado ya que con ello se puede preservar su propia vida por ejemplo al forzar un ingreso residencial u hospitalario.

O un trastorno límite de la personalidad cuando los padres envejecen y pronto no podrán hacerse cargo de él o ella y su deterioro personal es muy importante o sigue con una inmadurez personal evidente que no le permite cuidarse a sí mism@.

La incapacitación es la pérdida del derecho a decidir en temas fundamentales de la vida y hay siempre que tener en cuenta que en el fondo, violamos el derecho a vivir la vida como uno quiera.

El juez siempre atenderá a la voluntad de la persona a ser incapacitada. Habrá de explicarle y preguntarle si entiende lo que le va a suceder. La persona tiene derecho a decir que no y el juez decidirá en función de la conservación de las capacidades volitivas y cognitivas del individuo. Dichas capacidades pueden estar conservadas pero el individuo puede seguir siendo un riesgo para él o para los demás. Por ejemplo, una persona con anorexia puede saber lo que quiere, ser consciente del riesgo que asume pero decidir seguir asumiendo su conducta. Ahí es donde entra el dilema entre la libertad y la salud. Hay jueces que decidirán preservar la salud aun en contra de la voluntad de la persona y otros que decidirán velar por la libertad de elección de la misma.

Cuando la incapacitación se produce, la persona que ha solicitado o la entidad que se ha designado para que ocupen el cargo de tutores han de aceptar la tutela y se les advierte de que habrán de aportar el inventario de los bienes materiales que posee el individuo.

El tutor está obligado por ley a presentar anualmente el balance de dichos bienes y a más a más, está obligado a informar de cuantos cambios y eventos relevantes ocurran en la vida del tutelado.

Y ello es así porque en el fondo es el juez el responsable de la incapacitación y por tanto, ha de velar por el incapacitado.

Si un tutor omite información al juez, éste puede sentirse inseguro en la confianza que ha depositado en el tutor y, no solo le puede retirar la tutoría sino que puede iniciar diligencias por delito.

Finalmente decir que el tutor en cualquier momento y por voluntad propia puede renunciar al tutelaje de la persona de la cual tiene la guarda y custodia. En ello no hay sanción y la actuación suele ser rápida a fin de no dejar en desamparo al incapacitado.

La siguiente entrada comprenderá el aspecto clínico de la incapacitación.

miércoles, 25 de abril de 2012

LOS TRASTORNOS DE LA PERSONALIDAD-5. NO CLASIFICADOS-3: Peter Pan e inespecífico


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SÍNDROME O COMPLEJO DE PETER PAN

Fue descrito por primera vez en 1983 por el Dr. Dan Kiley.
Como describe el nombre que lleva, hace referencia a un deseo de no crecer.

No crecer es no madurar y de personas cuya característica principal es la inmadurez a lo largo de su vida, hay muchas. Recordemos que todas las del Clúster ‘B’ lo son y también los del Clúster ‘C’ (aunque de otra manera).

El Síndrome de Peter Pan (SPP) pertenece al Clúster ‘B’ y se halla esparcido en los 4 diagnósticos que le pertenecen. Antisocial, Límite, Histriónico y Narcicista.

Es decir el SPP contiene rasgos de los 4 trastornos mencionados pero de una manera exagerada. Tanto que se podría diagnosticar a quien lo padece 3 o 4 de los diagnósticos mencionados. Cuando ello ocurre, el DSM-IV (manual de códigos y diagnósticos en psiquiatría y psicología), te obliga a realizarlos por separado. Kiley encontró un patrón fijo de personalidades que cumplían diferentes diagnósticos y lo bautizó y definió con dicho nombre.

Cuando te encuentras con un SPP y lo exploras o lo escuchas percibes que te encuentras ante una personalidad inmadura pero te cuesta ubicarlo en alguno de los grupos descritos porque tanto parece uno como otro. Es cuando ya no sabes que pensar cuando se te ocurre el diagnóstico diferencial con el SPP. Luego pones a prueba a través de una entrevista dirigida la solidez de la presunción y, generalmente te acaba dando resultado positivo.

Todo y que tienen un comportamiento narcisista (yo soy el mejor), rasgos antisociales (hacen trastadas), rasgos histriónicos (les gusta llamar la atención) y rasgos límites (viven mal el abandono reaccionando de manera impulsiva), no encuentras la “maldad” del sociópata o del narcisista, ni un vacío interno constante (límite), ni que su interés en llamar la atención sea su único objetivo ya que sus llamadas de atención suelen realizarse para acabar con situaciones insostenibles y ahorrarse el “castigo”.

Mi experiencia con ell@s es que la mayoría suelen evolucionar hacia una mayor madurez con los años, dejando de meterse en tantos líos (sentimentales, legales, laborales, sociales, familiares) y, como los Límites (TLP) acaban prefiriendo la soledad para evitarse problemas.

Se suele poner a Michael Jackson como ejemplo paradigmático del trastorno pero ello no puede ser así ya que dicho cantante no es extrapolable en absoluto al resto de la población. Con todo sí que podemos afirmar que M. Jackson era un SPP pero muy peculiar.

L@s PeterPan son personas que se sienten frustradas con rapidez y reaccionan mal a ello perjudicándose a sí mismos a nivel laboral, familiar o legal.

Son infantiles por inmaduros e inmaduros por las siguientes características principales:
  1. Son impacientes.
  2. Fantasiosos a más no poder pero no saben llevar a buen puerto, ni luchar por ello, cualquier proyecto que hayan imaginado. Se frustran rápido y abandonan mal.
  3. Dominantes y caprichosos. Exigen la satisfacción inmediata de sus deseos que nunca van acordes con la realidad y no atienden a razones. Se enfadan y cargan contra quien les ha de satisfacer; en ello suelen ser violentos.
  4. Pueden ejecutar acciones extremas para romper con una situación que les es desfavorable. P.ej: pueden cometer un parasuicidio ingiriendo pastillas y avisar de alguna manera para crear una situación de crisis aguda en sus “cuidadores” a fin de que olviden sus afrentas para “salvarles” la vida.
  5. Suelen tener problemas legales debido a su impulsividad que les hace fácilmente saltarse las normas (malos tratos, peleas, enfrentamiento a la autoridad por tonterías, etc).
  6. Autosuficientes en el concepto de no asesorarse en sus proyectos y no aceptar consejos o recomendaciones. Al vivir su mundo de manera muy fantasiosa, suelen ponerse en líos económicos o legales.
  7. Son depresivos cuando palpan el fracaso pero se les suele pasar rápido: borrón y cuenta nueva para emprender otro de sus proyectos vacíos. En ello suelen usar el uso de situaciones de emergencia como la planteada anteriormente.
En fin, su objetivo es salirse con la suya a costa de lo que sea y de quien sea. Cuando lo consiguen, si se les ha hecho todo el trabajo, se cansan rápido y con cualquier excusa renuncian o provocan el cese.



TRASTORNO INESPECÍFICO DE LA PERSONALIDAD

Definamos para ello lo que es un Trastorno de la Personalidad (S/. el DSM-IV-TR):
"Los rasgos de personalidad son patrones persistentes de formas de percibir, relacionarse y pensar sobre el entorno y sobre uno mismo que se ponen de manifiesto en una amplia gama de contextos sociales y personales.

Los rasgos de personalidad sólo constituyen trastornos de la personalidad cuando son inflexibles y desadaptativos y cuando causan un deterioro funcional significativo o un malestar subjetivo. 

Criterios:
  1.  La característica principal de un trastorno de la personalidad es un patrón permanente de experiencia interna y de comportamiento que se aparta acusadamente de las expectativas de la cultura del sujeto y que se manifiesta en al menos dos de las siguientes áreas: cognoscitiva, afectiva, de la actividad interpersonal o del control de los impulsos (Criterio A).
  2. Este patrón persistente es inflexible y se extiende a una amplia gama de situaciones personales y sociales (Criterio B) y
  3. provoca malestar clínicamente significativo o deterioro social, laboral o de otras áreas importantes de la actividad del individuo (Critero C).
  4. El patrón es estable y de larga duración y se puede descubrir que su inicio se remonta al menos a la adolescencia o al principio de la edad adulta (Criterio D)."

Luego, cuándo podemos emitir este diagnóstico?
  1. Cuando se cumplan los criterios arriba especificado pero no se pueda incluir a la persona en ninguno de los diagnósticos establecidos. P.ej: un Síndrome de Peter Pan se clasificaría así.
  2. Cuando habiendo un trastorno de la personalidad no podemos hacer un diagnóstico diferencial con todos los trastornos de la personalidad descritos hoy en día y que esté consensuado aunque no se incluyan en el DSM-IV-TR. Entonces hablaremos de rasgos de tal o cual personalidad. Muchas veces este diagnóstico se emite por falta de pericia de quien hace el estudio de la personalidad de alguien en concreto o por falta de tiempo en poder “acertar”. Ello suele ocurrir con los clúster ‘B’ y ‘C’. A veces cuesta mucho diferenciar entre un Narcicista y un Sociópata, o entre un Histriónico y un Narcicista, o entre un Límite y un Dependiente, o entre un Sociópata y un Evitativo, etc. a veces lleva tiempo.
Y con ello acabamos este apasionante y extenso apartado sobre los trastornos de la personalidad.

El siguiente tema será "Incapacitación Jurídica. Lo técnico, lo humano, lo clínico". 

domingo, 22 de abril de 2012

LOS TRASTORNOS DE LA PERSONALIDAD-5. NO CLASIFICADOS-2: sádico y masoquista

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El par de personalidades que exponemos ahora tienen por denominador común el dolor a través de la crueldad. Unos, los sádicos porqué alimentan su placer al provocarlo y los otros, los masoquistas porqué se sienten retribuidos afectivamente si se les provoca dolor. Todo y que los juntamos por el denominador común del dolor (crueldad), irían clasificados en dos clúster diferentes en el DSM-IV, si éste los contemplara. Así, el sádico pertenece a los inmaduros y el masoquista a los miedosos (clúster B y C, respectivamente).


PERSONALIDAD SÁDICA

Aquí sí que nos enfrentamos con una personalidad potencial y especialmente dañina para con los demás.

La personalidad sádica se puede confundir con la personalidad antisocial. Recordemos que la persona antisocial tiene por objetivo el dominio del otro, mientras que la sádica tiene por objetivo el tener satisfacción a través del daño infligido a los demás (crueldad).

Las personas con este trastorno las solemos encontrar en homicidas en serie (90% de los mismos se han diagnosticado de personalidades sádicas) y los delincuentes sexuales y maltratadores (un 25% podrían tener este trastorno de la personalidad).

Ante la violencia impulsiva carecen de control, pueden tener reacciones muy violentas ante las mínimas frustraciones, usan la violencia instrumental para el dominio humillante del otr@.

Son muy crueles con los demás, no teniendo capacidad alguna de compasión (al contrario), no son empáticos, no tienen capacidad de querer (amar, estimar, valorar al otr@).

Pueden ser seductores, manipuladores, coaccionadores, etc. y todo con el objetivo de apresar al otro para infringirle daño y someterlo a su dominio.

Factores genéticos, como una mayor tendencia a estar de mal humor, una frialdad emotiva y afectiva puede provocar en los padres el sentimiento de que estos niños son “malos” e imposibles de tratar. A menudo la paciencia se acaba y estos niños canalizan las descargas hostiles de los padres sobre ellos, tanto a nivel físico como psicológico.

Son niños resistentes y responden a la agresividad de los otros con la misma moneda, tanto de una manera directa (explosiva) como indirecta (planificada y vengativa).

Poco a poco y a lo largo de los años estos niños aprenden a “dominar” a los otros a través del dolor que provocan ya que éste es el mecanismo que han aprendido (aunque lo hayan generado ellos en buena parte). Son muy insensibles al dolor emocional y físico y se sienten satisfechos ya que observan que el resto de las personas son más sensibles y por tanto vulnerables y controlables.

Se comenta que esta categoría no se describe en el DSM-IV por Temor a que los delincuentes puedan conseguir un trato penal beneficioso si un diagnóstico psiquiátrico disminuyera o anulara su responsabilidad criminal.


PERSONALIDAD MASOQUISTA

Todo iba bien, hasta que se ha torcido. Fracaso tras fracaso. ¿Mala suerte? ¿Es posible tener siempre mala suerte?

Este tipo de personas parece que les hayan echado un “mal de ojo” muy poderoso y duradero.

Pero esta condición vas más allá del éxito o el fracaso. Son personas que provocan la humillación de los otros para que los otros les agredan. Personas que consiguen que los otros descarguen en ellas las pasiones y pulsiones más negativas y sádicas.

Detrás, hay un sentimiento de que “esto es lo que me merezco, me satisface o espero de los otros”. Tienen ansia por el estímulo negativo a todos los niveles.

Todos los niños/as pasan por una etapa que suele iniciarse hacia el año o año y medio y finaliza hacia los 2-3 años en que parece que les guste hacer o decir aquellas cosas que los padres sancionarán, mucho más que aquellas otras que comportarán un premio  o gratificación (afectiva sobre todo).

Si tenemos unos padres con poca capacidad de relación afectiva (fríos), que no quieren ruidos y que no suelen hacer fiestas a los niños/as; provocarán en su hijo/a una sensación de inexistencia.

Todos sabemos que en las relaciones humanas lo peor es sentirse ignorado; mucho peor que recibir los estímulos negativos. Por lo tanto, en estos casos, el niño/a no evolucionará hacia la fase de hacer las cosas bien para recibir afecto, si no que se quedara “atascado” en la fase de provocar estímulos negativos por parte de los padres con la finalidad de no sentirse ignorado. Si encima los padres tienen accesos (por la razón que sea) de cariño y afecto culpabilizador y posesivo (“mira como me haces sufrir”, eres el culpable de mis males”, “padre/madre está enfermo/a por tu culpa…”) el modelo conductual de provocar humillación y de vivir en el fracaso estará instalado.

El próximo será el último capítulo sobre los Trastornos de la Personalidad: el síndrome o complejo de Peter Pan y el trastorno inespecífico de la personalidad.

viernes, 20 de abril de 2012

¿CÓMO EXPRESAN ALGUNOS SU DISCONFORMIDAD?

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Esta es una anécdota curiosa y divertida si lo miramos como si fuera una peli cómica pero la verdad, todo y lo cómico del contenido, no deja demostrar una faz de serio perjuicio para los demás.

Fulanito vive en una de los pisos integrados en el Projecte Oriol.

Como antecedentes tiene los de ser una persona conflictiva en la relación con los demás y una seria adicción al alcohol. Dicha personalidad lo llevó a la separación matrimonial y al aumento de su conducta etílica.

Como muchas de las personas con problemas alcohólicos graves intentó quitarse la vida por el método que más he visto en estos casos. Cuando un alcohólico pretende quitarse la vida así, lo suele conseguir, pero Fulanito no lo consiguió. Le salvaron a tiempo.

Le salvaron a tiempo pero sufrió una severa anoxia cerebral (se quedó sin riego sanguíneo, ni oxígeno). El daño cerebral se situó a nivel de su lóbulo frontal empeorando su personalidad.

Fulanito ha desarrollado una personalidad pasiva-agresiva. Podéis consultar el significado en la entrada del blog: http://projecteoriol.blogspot.com.es/2012/04/los-trastornos-de-la-personalidad-5-no.html

Él ha desarrollado un método de “boicot” (“puteo”) importante: cuando algo le contraviene, se orina en los lugares más inesperados.

Por ejemplo, un día se extralimitó con el uso del café. Estaba excitado e insomne. Nos explicó que se había encontrado una cartera con poco dinero y se lo había gastado en café. Se le sancionó con devolver la cartera al bar donde se la había encontrado. No la tenía; la había tirado a la basura. Coincidiendo en la memoria temporal, su habitación empezó a oler a pipí. Después de mucho buscar, se encontró el origen del olor: la papelera de su mesa de despacho. Se había orinado en ella. Su excusa fue que el lavabo estaba ocupado y no aguantaba más! Pero en la papelera se encontró la susodicha cartera, regada y bien regada. Evidentemente nadie devolvería una cartera en estas condiciones.

El segundo ejemplo. En el piso donde convive no está permitido fumar y ha de bajar a la calle para hacerlo. Ello no le gusta. Pues bien, esta semana, los vecinos se quejaban de que el ascensor olía a pipí pero no había mancha alguna. A los 3 días de insoportable olor a orina, descubrieron que alguien se hacía pipí en el hueco del ascensor.

Hablando con él nos informó que se orinaba porqué no aguantaba más.

Atendiendo a su problemática se ha decidido que fume en una de las claraboyas del piso ya que las sanciones no darían resultado o nos encontraríamos con más “boicots”.

La moraleja de la historia que han aprendido los cuidadores es que un trastorno mental crónico no siempre es re-educable y que quizás haya que saber cuándo dar a torcer el brazo. Las personas con problemas de este tipo aunque pidan disculpas, se las sancione y te digan que no lo harán más, no se consigue la modificación de la conducta, con lo cual hay que ser conscientes de ello y buscar alternativas conductuales para evitar mayores males.

Ello conlleva el riesgo de un aumento de las conducta oposicionistas pero os puedo asegurar que de alguna manera saben dónde está el límite de la tolerancia y lo que se juegan. ¿Y qué es lo que se juegan? Pues el vivir en familia, la libertad, el buen comer, el dormir tranquilo, las actividades y el sentirse orgullosos de poder llevar una vida lo más normalizada posible.

miércoles, 18 de abril de 2012

HAZ DE FAMILIA DE ACOGIDA REMUNERADA

PROJECTE ORIOL


(BARCELONA y PROXIMIDADES)

Buscamos personas con una vivienda que quieran alquilar 1 habitación o 2 para acoger a 1 o 2 personas con discapacidad psíquica leve.

Hablamos de personas de entre 30 y 65 años que necesitan un soporte limitado para sus actividades de la vida diaria. Ello significa que necesitan supervisión para tomar la medicación, hacerse la cama, asearse y vestirse correctamente, cumplir su agenda de obligaciones, administrarles el dinero de bolsillo, ayudarles en sus compras, orientarles y prepararles las comidas o enseñarles a ayudar en otros quehaceres domésticos.

Las horas que habría que dedicar, según el tipo de persona, son de entre 6 y 8 horas al día. Fines de semana incluidos.

Dichos posibles huéspedes pueden tener familiares los cuales se han hecho mayores y ya no pueden dedicarse a ell@s de manera eficaz, o pueden estar tutelados por fundaciones y necesitan un hogar.

Los perfiles que buscamos son variados y dependerá de la buena voluntad y del deseo de ayudar a cambio de una remuneración mensual.

La cantidad a obtener como contraprestación oscila en función del número (1 o 2) de personas a acoger y de la necesidad de soporte que precisen. Así, hablamos de entre 812,69 y 1.615,31 euritos al mes.

Requisitos:
1.- Ubicarse en un radio de 20 minutos de Barcelona.
2.- Las habitaciones disponibles han de tener un mínimo de 7 metros cuadrados.
3.- El piso en sí ha de tener cédula de habitabilidad y encontrarse en condiciones normales de uso.
4.- La persona que arrienda o subarrienda la habitación ha de disponer de las horas libres indicadas (entre 6 y 8 al día) para dedicarse al usuario.
5.- La persona interesada habrá de responder a un cuestionario y pasar un test de personalidad (todo sin costes) para ver su adecuación en relación a las capacidades de convivencia con una persona con un grado límite de incapacidad psíquica.

Si te interesa:
Contacta con nosotros a través de correo electrónico: 
gabinetperis@gmail.com
Nos habrás de suministrar una dirección de correo electrónico para mandarte más información, así como la encuesta y el test.
93-674.81.70 i 93-590.95.05



martes, 17 de abril de 2012

LOS TRASTORNOS DE LA PERSONALIDAD-5. NO CLASIFICADOS-1: pasivo-agresivo y depresivo

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LOS TRASTORNOS NO CLASIFICADOS EN EL DSM-IV
En este apartado se incluyen los siguientes trastornos:
  1. Pasivo agresivo
  2. Depresivo
  3. Sádico
  4. Masoquista
  5. Síndrome de Peter Pan
Y expondremos también el concepto del Trastorno no especificado de la Personalidad.

El hecho de que los 5 primeros no se contemplen en el DSM-IV (excepto el pasivo-agresivo y el depresivo que sí que se contemplan pero como una categoría posible de incluir), no implica que no haya autores que los defiendan y definan de manera concreta. Los 4 primeros se recogen en el libro Los Trastornos de la Personalidad, Más allá del DSM-IV de T. Millon (1998) y el quinto en el libro El Síndrome de Peter Pan de Dan Kiley (1983).
Todos comparten la característica de ser personalidades desadaptadas (con problemas individuales, sociales,familiares, formativo-laborales y legales).


PERSONALIDAD PASIVA-AGRESIVA

Es un tipo de persona muy molesta ya que quizás el calificativo que le va más es el de Saboteador.

Saboteador/a en el sentido pasivo. El TPAP es un mal compañero de trabajo, de estudios o de cualquier evento que implique un grupo social, pequeño o grande.

Es de las personas que te dicen que ‘sí’ pero luego se desentienden. A más a más, cuando se les indica, suelen reaccionar de forma verbalmente agresiva, exculpándose y proyectando hacia otros su responsabiliadad.

Suele ser muy crítico con los demás, como si de ello dependiera la justificación de su conducta.

También suele atribuir al azar su desgracia. Es como si no entendiera que su suerte depende de él o ella misma.

Y como los niños negativistas desafiantes, después de montarla, suele pedir perdón.

A la vez son resentidos y vengativos pero siempre de manera silente.

Tod@s hemos conocido personas así.

Parecen anclados en la época del ‘NO!” por sistema pero en un grado de madurez mayor. Es como un “Hazme caso!” diluido en el tiempo. Esta etapa aparece entre los 2,5 y 3 años y a su manera dura hasta los 6-7 años, reapareciendo en la pre-adolescencia. La característica es el desafío y la oposición. Es la manera que tienen de buscar atención y dependencia de los demás. Atención negativa, que se llama. Generalmente el conflicto se inicia con la madre y puede llevarla al agotamiento, con lo cual la atención negativa se refuerza a nivel conductual.

Detrás hay una gran inmadurez en el sentido de la auto-responsabilidad y autonomía personal.


PERSONALIDAD DEPRESIVA

Lo transcribo del DSM-IV-TR porque creo que la descripción que hace es muy correcta y entendedora:

La característica esencial de este trastorno es un patrón permanente de comportamientos y funciones cognoscitivas depresivas que se inicia al principio de la edad adulta y se refleja en una amplia variedad de contextos.
Entre los comportamientos y funciones cognoscitivas de tinte depresivo se incluyen sentimientos permanentes de abatimiento, tristeza, desánimo, desilusión e infelicidad.

Estos individuos se caracterizan por mostrarse especialmente serios, incapaces de divertirse o relajarse y sin sentido del humor.

Algunos creen que no merecen ser felices o divertirse. Es frecuente que tiendan a cavilar y preocuparse, inmersos permanentemente en su infelicidad y en sus pensamientos negativos.

Estos individuos auguran el futuro tan negativamente como ven el propio presente; dudan de que las cosas puedan mejorar algún día, anticipan lo peor y, aunque presumen de realistas, los demás los describen como netamente pesimistas.

Demuestran dureza al juzgarse a sí mismos y tienden a sentirse excesivamente culpables por sus defectos y sus fracasos. Su autoestima es baja y se traduce especialmente en sentimientos de impotencia.

Los individuos con este trastorno tienden a juzgar a los demás tan duramente como lo hacen con ellos mismos, destacando sus defectos muy por encima de sus virtudes, y pueden mostrarse negativos, contrarios, críticos y dados a la censura.

Estos individuos pueden mostrarse tranquilos, introvertidos, pasivos, no asertivos y propensos a dejarse llevar por los demás antes de asumir el liderazgo.

Una característica muy gestática de dichas personas es que parece que no quieran salir de su estado depresivo. Llevan siempre la contraria en relación a las soluciones lógicas que los demás les aportan. Luego el sentimiento del otro es el de Frustración.

Se entiende que el desánimo a la vida es una reacción conductual a la educación familiar en una personalidad genéticamente sensible. La mayoría son artistas por naturaleza (pintores, poetas, escritores, músicos, filósofos…).

Cortamos aquí el capítulo ya que de alguna manera ambas personalidades descritas comparten características comunes como la proyección hacia los demás de sus sentires.

El siguiente capítulo acoge otras dos personalidades emparejadas: los sádicos y los masoquistas. Dejaremos para un tercer capítulo las personalidades Peter Pan e inespecíficas ya que la primera pertenecería según el DSM-IV a la segunda.