Suscríbete al blog. También puedes seguirlo desde la página de facebook: https://www.facebook.com/ProjecteOriol Si te suscribes a la página marcando Me gusta, te avisará face de lo que se vaya publicando.
Blogger no usa tu correo electrónico para invadir tu intimidad o enviarte propaganda.
Blogger no usa tu correo electrónico para invadir tu intimidad o enviarte propaganda.
BLANCO
O NEGRO
Hay otro tipo de estado depresivo que
tiene que ver con la imposibilidad de escoger entre dos opciones, generalmente
opuestas y excluyentes. La causa de caer en este tipo de depresión suele ser el
agotamiento psíquico.
Pondremos un ejemplo: imaginémonos un
señor que tiene un burro en la era. El hombre se ha despistado y no ha dado de
comer ni de beber al pobre animal en días. El burro se encuentra en el centro de
un patio circular, atado con una cuerda a una estaca, de manera que puede
recorrer todo el patio.
Cuando el hombre se da cuenta le pone
un cubo de agua en un extremo del patio y en el extremo opuesto le pone un
cesto con comida.
El animal se pone contento y desde el
centro se acerca a uno de los recipientes, pongamos que al de la comida. Pero
cuanto mas se acerca mas sed tiene, de manera que retrocede para ir a beber
agua. Entonces le pasa lo contrario, cuanto mas se acerca al agua más hambre
tiene. Total, que al final el pobre animal se muere de hambre y de sed. No ha
sido capaz de escoger una opción de entre dos deseadas.
Muchas situaciones en nuestra vida
pasan por este ejemplo: Escoger entre dos personas incompatibles pero
necesarias (p.ej: dos personas que amamos).
Arriesgarse a dejar un trabajo seguro
para iniciar otro no tan seguro pero más deseado. Hacer algo que nos gusta pero
que no estará bien visto por el grupo social al que pertenecemos y al que le
damos mucha importancia.
Estas situaciones suelen llevar al
agotamiento psíquico y provocan sintomatología depresiva, ya que hasta que no
encontremos la solución no dejaremos de darle vueltas y cada vez emplearemos
más energía hasta que la necesidad de decidir eclipsará cualquier otro interés
vital.
Muchas veces, la persona no es
demasiado consciente de lo que le pasa hasta que alguien le ayuda a darse
cuenta.
Los adolescentes son a menudo presa
de estas situaciones paradójicas. Se les debe ayudar a indagar los dos deseos y
animarles a tomar una decisión.
DEPRESIÓN
SIN CAUSA O ENDÓGENA
Finalmente, no querría cerrar el tema
de las depresiones sin hablar de la que tiene una causa endógena. Es decir,
aquella que no encontramos una relación causa-efecto. Que no se recuerda
exactamente cuando se inició y que se va instalando progresivamente en la vida
de quien la sufre.
Generalmente son depresiones que
indican una predisposición genética y no es difícil encontrar antecedentes
familiares.
Generalmente este tipo de depresión
hace su primera aparición entre los 25 y los 45 años pero también es cierto que
hay en la infancia y en la adolescencia.
Hay una serie de síntomas que son mas
frecuentes en niños y adolescentes y que se deben tener en cuenta en el momento
de valorar una posible depresión endógena.
Así en los niños es mas frecuente
encontrar crisis de ansiedad por separación (el niño no acepta la idea de la
madre o el padre se vayan de su lado), quejas somáticas constantes,
irritabilidad exagerada y aislamiento social.
En los adolescentes: irritabilidad, lentitud
física, exceso de horas de sueño.
Pero sí que hay una constante: en
niños y adolescentes las depresiones mayores suelen ir asociadas a otros
problemas mentales, déficit de atención, hiperactividad, trastornos de la
alimentación, conductas marginales (droga, delincuencia), problemas de
ansiedad.
Es necesario que un profesional haga
un diagnóstico correcto ya que lo que en un principio puede parecer otro
problema, puede ser una forma de presentarse una depresión grave.
Así un niño o un adolescente siempre
irritable, intolerante, travieso o delincuente, que consume drogas en exceso,
puede estar manifestando sintomatología depresiva. La depresión se puede tratar
bien, tanto a nivel farmacológico como psicoterapéutico pero, antes, es necesario
un diagnóstico correcto.
Entonces, a menudo las conductas
asociadas suelen estabilizarse o desaparecer. De otra manera podemos intentar
tratar la sintomatología asociada y fracasar en el intento.
No hay comentarios:
Publicar un comentario