Suscríbete al blog. También puedes seguirlo desde la página de facebook: https://www.facebook.com/ProjecteOriol Si te suscribes a la página marcando Me gusta, te avisará face de lo que se vaya publicando.
Blogger no usa tu correo electrónico para invadir tu intimidad o enviarte propaganda.
Blogger no usa tu correo electrónico para invadir tu intimidad o enviarte propaganda.
LAS
DEPRESIONES ADAPTATIVAS
Hay diferentes situaciones en la vida
que pueden conducir a la persona a un estado depresivo. Las más frecuentes son
los llamados trastornos adaptativos que cursan con estado de ánimo depresivo y
las reacciones de duelo (muerte o separación).
Los trastornos adaptativos son
reacciones desproporcionadas a un estresante psicosocial, como por ejemplo un
fracaso académico, una separación afectiva. Es como si la persona no pudiese
superar la situación traumática interior por mucho tiempo que pase.
Los adolescentes son bastante
sensibles a las situaciones frustrantes y pueden reaccionar con una gran
pérdida de la autoestima o de la seguridad personal.
Pensamientos de minusvalía personal,
sensaciones de ser rechazado por los otros o de no pertenecer a la sociedad
“normal”, se instalan en ellos y provocan un atraso en su madurez.
Pensamientos negativos sobre uno
mismo y en relación a los otros pasan a ocupar de forma recurrente y obsesiva
el contenido ideario de los chicos y chicas. Se instala la desesperanza, la
sensación de vacío, de fracaso. El adolescente detiene su evolución para dar
vueltas y más vueltas sobre el resultado interno de los acontecimientos. Se
produce un bloqueo y la persona no es capaz de salir.
No valen los ánimos dados por los
otros, ni las amenazas. La compasión a menudo empeora el cuadro al provocar aun
más una autoimagen de impotencia e inutilidad.
Estar unos días triste o desvalido
por un acontecimiento estresante es la reacción normal.
Caer en un espiral de días, semanas o
meses de sentimientos negativos requiere una intervención especializada doble:
psiquiátrica y psicoterapéutica.
Se debe entender al adolescente desde
la comprensión, entendiendo que animar a una persona deprimida no suele dar
resultado, pero sabiendo también que el consentimiento de una situación así
puede alargar el cuadro.
Por lo tanto tenemos que mantener los
límites claros a sus obligaciones sin caer en la humillación (higiene, orden,
estudios, relaciones).
EL
DUELO
El duelo es una reacción normal a la
pérdida de un ser querido. Generalmente se conforma de una serie de síntomas
depresivos y puede durar un par de meses. Cuando la duración es superior y la
intensidad del estado depresivo se mantiene o aumenta, se debe pensar en una
incapacidad de la persona para superar este dolor interno.
El duelo que nos enferma se
caracteriza por un sentimiento de culpa por las cosas (más que por las
acciones) recibidas o no de la persona que ha muerto. Pensamientos o sensaciones
de que hubiese estado mejor morirse uno que la persona querida o morirse los
dos a la vez. Exceso de preocupación por todo con claros sentimientos de
inutilidad. Lentitud física importante. Incapacidad para llevar el rimo
productivo habitual anteriormente (intelectual, laboral, social, familiar).
Es bueno y humano respetar el duelo.
La persona que queda tiene que llenar el vacío que deja la marcha del otro y,
por lo tanto, eso requiere un tiempo.
Pero el objetivo de este proceso es
el resurgir de nuevo, no el quedarse estancado en el pasado. Así pues, se debe
respetar el duelo pero no permitir que pasado un tiempo (2 meses) la persona
siga anclada en un deseo imposible de satisfacer.
Los adolescentes también pueden
sufrir un duelo patológico. Quizás caerán en una depresión clásica pero a
menudo es la indignación, la rabia, la irritabilidad lo que más se manifiesta.
Y lo hacen a través de conductas inapropiadas para la persona: violencia,
abandono de los estudios, marginalidad, drogas, trastornos alimentarios….
Detrás hay a menudo sentimientos de culpa o sensación de abandono.
No hay comentarios:
Publicar un comentario