SALUT MENTAL

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viernes, 6 de abril de 2012

¡NO ME QUIERO LAVAR LOS DIENTES!

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Interrumpo la serie de Los Trastornos de la Personalidad para dejaros otra anécdota de esas cotidianas que ocurren en todas las casas y en todas las familias.
El objetivo del relato es demostrar que no hace falta ser un licenciado para saber encontrar estrategias educativas. Las experiencias de la vida son un gran maestro y la sabiduría la mejor cualidad de la edad.

Hola:
Se me ha pedido que os escriba una pequeña anécdota que pasó hace poco con un residente al que le llamaremos Sutanito.
Estaba con mi padre y Sutanito en la cocina, habíamos acabado de hacer la siesta y se iban ha jugar con unos amigos unas partidas de dominó.
Le recordé a Sutanito que se tenía que lavar los dientes y él con las ansias de salir a la calle para fumar, me contestó que ya se los había lavado. Pero yo sabía que no era así y le pedí que se los lavara para su higiene personal.
Le recordé que era desagradable para las demás personas ver una boca con trozos de comida entre los dientes… Le invité de nuevo a que se los lavara y él se negaba, volviendo a repetirme que ya se los había lavado. Le dije que no saldría a la calle si no se lavaba la boca y él continuaba  negándose… Mi padre le dijo: “Piensa hombre!, yo creo que lavarte los dientes te va a llevar un minuto y hasta que mi hija no consiga que te los laves, pude pasar una hora… Puede que ya te los hayas lavado, pero da igual, te los vuelves a lavar ¿Qué más da lavárselos dos veces? ¿Tú que prefieres, un minuto y nos vamos a jugar o estar una hora que sí que no?”.
Fulanito levantó las cejas y dijo: “Pues tienes razón” Se fue a la habitación, tomó la bandeja con el cepillo, el dentífrico y el vaso. Pasó al lavabo, se lavó y mirándome con media sonrisa y cara de no haber roto un plato en su vida se fueron contentos a jugar sus partidas.
Mientras se iban, mi padre le iba diciendo: “¡¿Lo ves?!, si no vale la pena discutir, se ha de ser práctico en la vida, si se ha de hacer se hace y luego a lo nuestro….”

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