SALUT MENTAL

Hola, vols saber coses?
Mostrando entradas con la etiqueta trastorno delirante. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta trastorno delirante. Mostrar todas las entradas

lunes, 5 de noviembre de 2012

LA TIMIDEZ, personalidad evitativa 4/4

Marca "Me gusta" en la presentación de nuestra página de facebook PROJECTE ORIOL (nhttps://www.facebook.com/ProjecteOriol.




Venderse por estimación

Esta es una conducta típica en las personas que tienen baja auto-estima. Consiste en no decir “no” nunca a las demandas de los amigos y hasta de los conocidos y, es más, consiste también en ofrecerse a ayudar o hacer por el otro sin que el otro lo pida. El objetivo es siempre ganarse un “gracias” y asegurarse que el otro considere de manera afectiva a quien se vende.

Cuando hablas con éstas personas siempre te reconocen que tienen resquemor por hacer tantos favores y que la gente no les tenga en consideración o que solo los “use” cuando tienen problemas.

Tratar el “venderme por afecto” y el “no saber decir no” es una de las piezas claves en el tratamiento cognitivo conductual de la timidez.


El genio del pincel que quería ser músico

Si bien este fenómeno existe en otro tipo de manifestaciones de la baja auto-estima, es siempre común en los tímidos.

Cuando hablas con personas tímidas, descubres que no valoran su temperamento, ni sus habilidades, ni su inteligencia.

Todos sabemos que los demás nos devuelven lo que proyectamos y si se proyecta baja auto-estima la conducta de los demás es también acorde; de ahí que los demás no se acuerden mucho de quien tiene baja auto-estima y que se aprovechen de él/ella.

En el tratamiento se suelo decir que ellos no conceden valor a sus rasgos entendidos como cualidades. Si les pides que te enumeren cuáles son sus cualidades, muchas veces no saben que decirte o te dicen que el “ser buena persona” ya que entienden que quien aguanta carros y carretas de los demás ha de ser buena persona.

Quizás te digan que se consideran “simpáticos”, “amables”, “serviciales” o que les “gusta hacer favores a los demás”.

Entonces yo les cuento la historia de un chico o chica que quería ser músico porque creía que así sería estimado por los demás y se sentiría realizad@. Pero no tenía oído ni aptitudes para la música. Se deprimió mucho, tanto que al final su familia hizo venir a un médico a su casa. En su cuarto se encontraban expuestos exquisitos lienzos al oleo. El médico quedó extasiado y le preguntó si los hacía él/ella. La respuesta que obtuvo es que sí pero que ello no tenía importancia ni valor alguno.

Con ello les hago ver que lo que ell@s no consideran cualidades puede que lo sean y que sean las únicas que le servirán para afrontar su auto-estima y hacerse valer ante los demás. Les explico que en el ejemplo anterior nunca llegarán a ser buenos músicos pero habrán perdido la opción de ser buenos pintores.

Les explico que las cualidades innatas las tienen todos los seres humanos y que son las únicas buenas que realmente tendremos. Que con ellas hemos de vivir y en ellas hemos de fraguar el sentimiento de auto-estima.

Finalizo diciéndoles que si uno se quiere, los demás le quieren.


Algo sobre el tratamiento

Ya habréis observado que el tratamiento más eficaz y corto es el cognitivo conductual.

Los fármacos pueden ayudar con los síntomas o los pensamientos circulares negativos pero no curan. Lo único que cura (por llamarlo así) es el cambio de auto-concepto.

Usamos fármacos tipo antidepresivos para cambiar la sensación de gravedad de las cosas, bloqueando la aparición de la inseguridad, dan iniciativa y van bien para los remordimientos o sentimiento de culpa; también luchan contra los pensamientos obsesivos (circulares o rumiativos) improductivos.

También podemos usar por unos meses a los ansiolíticos que inhibirán la ansiedad o la harán desaparecer, con lo cual la auto-observación de estar tranquilo favorecerá la comunicación con los demás.

Otro fármaco que se usa es el propanolol el cual inhibe la aparición de los síntomas y signos externos (al cerebro) de la ansiedad: temblores, taquicardias, dificultad respiratoria, rubefacción, etc. Así se corta el círculo vicioso de la auto-observación.

En cuanto al tratamiento conductual recabaremos la información que nos permita encontrar una manera inteligible para la persona de su error de auto-percepción. Si la persona siente que la entendemos hasta en los extremos negativos y rabiosos de su relación con los demás, si la persona siente que tenemos algo que ofrecerle y que el único precio que ha de pagar es probarlo (arriesgarse) y si nosotros sabemos encontrar una rutina (conducta repetida) sin importancia afectiva grande, podemos con su ayuda instruirle en una respuesta alternativa.

Es decir, el protocolo sería más o menos y de una manera generalizada (sin tener en cuenta las peculiaridades de cada persona atendida):

1.- Empatizar. No causar a la persona la sensación de que no es válido. Tomar interés real por lo que le ocurre.

2.- Encontrar su lógica (entenderle). Aprender a usar su discurso para comunicarnos con él/ella.

3.- Poner las cartas sobre la mesa. Que la persona sepa los sentimientos negativos hacia los demás que siente, que acalla y que no cuenta a nadie. Y que sepa que nosotros lo sabemos pero no la juzgamos sino que la comprendemos.

4.- Elaborar una lista creíble de cualidades (podemos usar test psicométricos) con su ayuda.

5.- Elaborar una lista de hechos que le hacen rabia (en el fondo) tener que hacer para los demás y enumerarlas de mayor a menor importancia (según la persona).

6.- Coger el elemento menos importante para la persona y animarla e instruirla para que se arriesgue a decir “no”.

7.- Evaluar los resultados y observar si se produce el deseable efecto dominó en su conducta.

Si el protocolo falla es que nos encontramos ante un caso donde los factores de la personalidad están jugando un papel importante y negativo.

También hemos de escuchar bien lo que nos cuente la persona sobre si ha hecho los “deberes” ya que es fácil que se nos mienta por el miedo que la persona pueda tener a que le consideremos de manera negativa y nos alejemos o le despreciemos.

Si este protocolo falla y a los 3 meses como máximo no se ha avanzado en realidad (no ha seguido los compromisos pactados o lo ha hecho para volver a recaer luego), habrá que armarse de paciencia e iniciar un proceso más de convencimiento que de otra cosa. Podemos probar con técnicas más profundas (psicoanálisis, gestalt, humanismo, neurolingüística, transaccional, etc.) o si vemos que ya no podemos ayudar más, decírselo con sinceridad y recomendarle que busque otro profesional. Recordemos que mantener a un paciente por el puro lucro es totalmente anti-ético y anti-moral.
 

 

sábado, 3 de noviembre de 2012

LA TIMIDEZ, personalidad evitativa 3/4

Marca "Me gusta" en la presentación de nuestra página de facebook PROJECTE ORIOL (nhttps://www.facebook.com/ProjecteOriol.




TIMIDEZ COMO TRASTORNO
Hay varias patologías (trastornos mentales), donde la timidez es manifiesta como expresión de un sentimiento interno de la persona de que no va a ser bien vista o aceptada por los demás. Algunas tienen justificaciones evidentes para ello (trastorno límite de la personalidad, depresiones, crisis psicóticas, crisis maníacas, trastornos de la conducta alimentaria…) otras no, al menos para el propio individuo o la opinión ponderada de los demás.

Pero hay una patología en especial que ubica a la timidez como el síntoma principal, constituyéndose así un cuadro con entidad propia (ocurre algo similar a la ansiedad como entidad propia o la ansiedad como síntoma de otras patologías).

El prototipo de personalidad que define a la timidez como patología es el Trastorno Evitativo de la Personalidad (TEV).

El calificativo Evitativo resume muy bien a la personalidad tímida aunque hay otras patologías cuya respuesta también es la evitación del estímulo o situación que desencadena la ansiedad (Fobia Social, Esquizoide, Trastorno Adaptativo).

La persona Tímida acaba evitando la fuente de su disconfort. Puede que haya intentado muchas veces superarla exponiéndose al estímulo (inmersión en grupos sociales, p.ej.) pero cada exposición, en lugar de producir una desensibilización, produce una mayor respuesta ansiosa cuya manifestación más potente es el deseo de huir. Llega un momento que la anticipación del acto (encuentro con un grupo, p.ej) desencadena ya todos los sufrimientos del tímido y aparece la ansiedad.

Cuando ello ocurre, la persona tiene cada vez más tentación de evitarse el suplicio, y decide dejar de ir o anular la cita. Ello le produce a la persona un fuerte sentimiento negativo, ya que incorpora a su auto-imagen el valor negativo que él/ella cree que le otorgarán los demás por no ir o por suspenderlo.

Así, lejos de ser un alivio la conducta evitativa en las personalidades tímidas acaba siendo un agravante.

Much@s acaban por desistir de cualquier compromiso y recortan su círculo de amistades y actividades sociales al mínimo (caso de sentirse seguros en algún grupo pequeño, o algún amigo) o dejan de sociabilizarse más allá de lo necesario (compras, trabajo, transportes, etc.).

Pero recordemos: la personalidad evitativa sufre tanto si se expone al estímulo como si lo rechaza. En cambio, personalidades como la esquizoide (ver: http://projecteoriol.blogspot.com.es/2012/04/los-trastornos-de-la-personalidad-2.html) se sienten relajadas cuando no han de asistir, por ejemplo, a acontecimientos sociales y no les causa mayor displacer (al contrario) suspenderlas o anularlas.


Características del TEV según el DSM-IV-TR:

"La característica esencial del trastorno de la personalidad por evitación es un patrón general de inhibición social, unos sentimientos de inadecuación y una hipersensibilidad a la evaluación negativa que comienzan al principio de la edad adulta y que se dan en diversos contextos.

Los individuos con trastorno de la personalidad por evitación suelen evaluar atentamente los movimientos y expresiones de aquellos con quienes tienen contacto. Sus temores y su comportamiento tenso pueden provocar la ridiculización y la burla de los demás, lo que a su vez confirma sus dudas sobre sí mismos. Sienten mucha ansiedad ante la posibilidad de reaccionar a las críticas sonrojándose o llorando. Los demás les describen como «vergonzosos», «tímidos», «solitarios» y «aislados».

Los mayores problemas asociados a este trastorno se presentan en la actividad  social y laboral. La baja autoestima y la hipersensibilidad al rechazo están asociadas a la restricción de contactos interpersonales. Estos sujetos llegan a estar relativamente aislados y normalmente no tienen una gran red de apoyo social que les ayude en los momentos de crisis.

Desean afecto y aceptación y pueden tener fantasías sobre relaciones idealizadas con otros. Los comportamientos de evitación también afectan adversamente la actividad laboral, porque estas personas tratan de eludir los tipos de situaciones que pueden ser importantes para alcanzar las  demandas básicas de trabajo o para promocionarse."

Un patrón general de inhibición social, unos sentimientos de inferioridad y una hipersensibilidad a la evaluación negativa, que comienzan al principio de la edad adulta y se dan en diversos contextos, como lo indican cuatro (o más) de los siguientes ítems:
(1) evita trabajos o actividades que impliquen un contacto interpersonal importantedebido al miedo a las críticas, la desaprobación o el rechazo
(2) es reacio a implicarse con la gente si no está seguro de que va a agradar
(3) demuestra represión en las relaciones íntimas debido al miedo a ser avergonzado o ridiculizado
(4) está preocupado por la posibilidad de ser criticado o rechazado en las situaciones sociales
(5) está inhibido en las situaciones interpersonales nuevas a causa de sentimientos de inferioridad
(6) se ve a sí mismo socialmente inepto, personalmente poco interesante o inferiora los demás.
(7) es extremadamente reacio a correr riesgos personales o a implicarse en nuevas actividades debido a que pueden ser comprometedoras.


Diferencia entre el Síndrome Autoreferencial y la Timidez

Todo y que no viene definido en el DSM, el llamado Síndrome autoreferencial (en adelante SAut) existe como entidad presente en varias patologías de corte psicótico y en sí se le podría considerar dentro de los Trastornos Delirantes de tipo Persecutorio (Ver http://projecteoriol.blogspot.com.es/2012/03/el-trastorno-delirante.html).

El SAut consiste en una sensación del individuo de que los demás le observan, murmuran de él, le critican hasta con la mirada y es como un faro de atención negativa por parte de los demás.

Encontramos este síndrome en algunas psicosis, cuadros depresivos, cuadros ansiosos, toxicomanías y otros trastornos de la personalidad (sociopático, límite).

Es decir, la timidez es un sentimiento de desvalorización interna que quien la padece teme que los demás se lo ratifiquen, mientras que el SAut es un sentimiento interno de que los demás de alguna manera le agreden o pretenden hacerlo.

Pero como en muchas de las patologías mentales, lo cortés no quita lo valiente. Y con ello quiero decir que un TEV puede desarrollar un SAut.  

En la próxima y última entrada hablaremos de algunos tratamientos existentes hoy en día y de conceptos como el de “venderse por estimación" y otros.